romina paula dice: "producir algo inútil (arte, por ejemplo) es una protesta". aceptar la inutilidad de tu producción, o más bien, decidir producir algo inútil es un punto de inflexión en la búsqueda identitaria. creo que uno de los nudos está en que la producción es, por definición, útil: la inutilidad del arte es, también, su misma utilidad. desde esa producción de lo inútil uno ocupa un lugar y toma una posición; uno da forma a su vida a partir de lo que produce.
parto del pensamiento de que no se puede no producir. sea lo que fuere, todos necesitamos embarcarnos en una empresa motivada por algún deseo más o menos sólido y claro; un deseo que supone un tipo de producción y no otro, un modo de relación con las cosas: una forma de vida.
"el teatro no puede cambiar la realidad, el teatro es realidad
el teatro es necesariamente innecesario
el teatro es, por defecto, inofensivo y optimista
el teatro es un acto de celebración
los mayores enemigos del teatro son la solemnidad y la frivolidad
el teatro no intenta decir, sino que dice
el teatro no debe transmitir ideas, sino inventarlas
el teatro no es importante
al teatro sólo le interesa el teatro
el teatro es ante todo un juego reglado"
como siempre que fumo 2 pitadas de un porro, hoy permanecí en un espacio cruel de incapacidad asociativa, y cuando creía que el efecto estupidizante se alejaba de mí, decidí ir al kiosco a comprar cigarrillos y galletitas. quería un paquete de tentaciones; le pregunté a la kioskera: "¿tenés vocación?"
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